Algo en que creer

martes, diciembre 27, 2005

Historia del Caballo(Cuarta Parte)

El último adiós

El caballo su recorrido detuvo
pues su cuerpo de nieve estaba cansado
y las lagrimas de Soledad
ya habían asomado.

Cuando su pequeña cabeza se alzó
su alma un grito de lamento escuchó
y con un trocito de cielo,
un olivo cerca de él divisó.
Olivo ríos de lágrimas lloraba
mientras Caballo hacia él galopaba.

Cuando a su lado llegó
el motivo de su llanto,
nuestro gran caballo blanco adivinó.
Cercana en el tiempo,
era el sonido de una pérdida,
negado advenimiento.
El olivo un hermano suyo había perdido,
su alma lloraba,
cuando recordaba,
el largo camino que juntos habían recorrido.

Pero un pequeño atisbo de esperanza,
Caballo en Olivo descubrió,
pues el consuelo de una vida próspera,
su hermano al cielo se llevó.

Mira a tu lado Caballo!-Olivo al caballo se dirigió
y Caballo a Olivo obedeció.
Al lado del caballo
un suceso mágico ocurrió,
ya que donde había polvo,
en un inmenso océano se convirtió.
Y sobre él,
el lucero del alba al hermano de Olivo dibujó.
En un pequeño instante,
aquella imagen se desvaneció,
Caballo estaba consternado,
pues agua en polvo se había tornado,
la ilusión de aquella imagen,
se había mitigado.

Nuestro caballo a su amigo quiso consolar:
"Que el amargor de la tristeza
no inunde tu corazón
y que la sombra de esperanza
como una manta te de calor,
para que en el camino que te queda
a todos deslumbres con tu brillo
y tu esplendor"

Unas últimas palabras,
Olivo a su hermano dedicó:
"Ojalá la semilla de tu alma,
se expanda en el Universo,
como tu calor hacia los demás
se esparcía,
pues tu corazón era la llama de una hoguera
en la noche más fría."

Dedicado al mejor ser que nunca tuve,
ni nunca merecí. Carlos.